Debemos comenzar por definir lo que se considera Planeación Fiscal, se entiende a ésta como la optimización de los recursos para disminuir la carga fiscal dentro del marco de la ley.
Adecuándose a lo anterior, la planeación fiscal tiene como principal objetivo la disminución de la carga tributaria sin interferir en el quehacer financiero de las empresas y la permanencia de las mismas en el mercado, mediante un plan de negocios o presupuesto, para obtener, entre otros, los siguientes beneficios:
vAprovechar los estímulos fiscales.
vDiferir el pago de las contribuciones.
vDisminuir la carga fiscal.
vProgramar los resultados.
vEvitar sanciones fiscales.
vPropiciar el crecimiento, fortalecimiento y permanencia en el mercado.
vDisminuir los efectos negativos de la competencia desleal.
vTener una empresa fiscalmente sana.
En México las cargas fiscales representan un porcentaje elevado dentro de los costos en las empresas que no deben subestimarse. Un alto porcentaje de los empresarios improvisan sus operaciones, es decir, las efectúan sin consultar previamente con expertos del área fiscal y esto ocasiona que, en la mayoría de los casos, una vez efectuada la transacción poco o nada se pueda hacer al respecto.
Un ejemplo de ello podría ser, que si una persona moral está efectuando pagos provisionales del ISR con un factor de utilidad del año pasado del 20%, esto implica tener una utilidad fiscal en la misma proporción, pero si efectuamos un presupuesto del año y determinamos que la utilidad del mismo será del 10%, en este caso e implementando la planeación fiscal se puede optar por pedir autorización ante la autoridad fiscal para disminuir el monto de los pagos provisionales (por seis meses) y evitar desembolsos innecesarios.
Pero ¿Por qué no se aplica la planeación fiscal?, ésta respuesta es muy sencilla y se debe a que erróneamente muchos de los empresarios tienen la idea de que la planeación fiscal es sinónimo de evasión fiscal, y una de las principales diferencias entre ambas radica en que la planeación fiscal se desarrolla aplicando a un determinado presupuesto o plan de trabajo anual los estímulos o beneficios que las mismas leyes fiscales establecen.
De igual manera la Planeación Fiscal se menosprecia por algunos de los siguientes factores:
vConocimiento impreciso de las disposiciones fiscales.
vIncertidumbre de incurrir en delitos fiscales.
vNo planear las operaciones que realizan los entes económicos.
vLa falta de seguridad jurídica en las leyes fiscales.
Para esclarecer aún más las diferencias entre la planeación fiscal y los delitos de Evasión, Elusión y Defraudación Fiscal definiremos estos últimos:
La Evasión u Elusión Fiscal consiste en el no pago de una contribución; no hacer el pago de una contribución es equivalente a eludir el deber de cubrirla. Se trata de la violación de la ley que establece la obligación de pagar al fisco lo que este órgano tiene derecho de exigir.
Por Defraudación Fiscal se entiende que comete este delito quien con uso de engaños o aprovechamiento de errores, omita total o parcialmente el pago de alguna contribución u obtenga un beneficio indebido con perjuicio del fisco federal.
En conclusiones es de vital importancia que la planeación fiscal sea aplicada en las empresas como una forma de minimizar el impacto de la crisis financiera, con el objeto de evitar el cierre de éstas, en perjuicio de la sociedad y económicamente necesaria para el desarrollo de alternativas que permitirán optimizar las cargas fiscales de los contribuyentes.